Las bolas de placer, suelen ser una o dos bolas que tienen en su interior, en la que una {bola mayor esta por fuera manteniendo a buen recaudo} una bola más pequeña.
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Qué uso tienen las bolas chinas con mando?
Las bolas chinas con mando se meten en el interior de la vagina y se aguantan dentro de ella con la función de endurecer el suelo pélvico atrasando así las fugas de orina, además de aumentar la potencia de esta, tanto en lubrificación como elevando la magnitud orgásmica.
¿Cómo nos ponemos las bolas chinas con mando?
Su uso es verdaderamente fácil, ya que, si vamos ya mojadas basta con empujar las bolas chinas con mando hacia dentro de la vagina y si estamos secas basta con lubricarlas y dependiendo del tamaño, entrarán más fácil o más difícil, todo ello, por supuesto indoloro.
¿Independientemente del aspecto de fortalecimiento pelvico se puede usar sólo para el coito sexual?
Totalmente!, es más, sin ayuda de más artilugios ya es en sí misma un juguete del sexo de forma autónoma. Al llevarlas subes la temperatura del organismo y como complemento se meten también por el ano para cuando te la metan por el coño, notarlo todo más estrecho, muy excitante para ambos.
Existen varios tamaños, tal como vaginas hay, más grandes o más pequeños, fácil de encontrar las bolas chinas con mando que nos vayan perfectas, ya que, conocemos de forma bastante acertada nuestro cuerpo, y con ello nuestra vagina.
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En este Sex Shop vas a poder adquirir tus bolas chinas con mando de de las más altas gamas a a precios verdaderamente económicos en los que, podrás elegir para que te llevemos a casa las bolas chinas con mando que hayas elegido, con con el menor tiempo posible para que empieces a usarlas desde ya.
Fíjate en los precios de las bolas chinas con mando ya que hay veces que encuentras bolas chinas con mando a precios de oferta, por lo que se convierte en unas bolas chinas con mando de tipo chollo.
Utiliza las bolas chinas con mando al gusto o tanto como te sea posible. Comienza a poquitos, sesiones de 15 minutos y amplia tiempos progresivamente. A la mínima molestia no aguantes, quítatelas y en un par de días vuelves a probar.
Después de su uso, hay que dejarlas cien por cien limpias. Puedes limpiarlas con agua tibia antes y después del uso, para cuando no estén en uso, guárdalas en una ubicación fuera del alcance de la suciedad.
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