Mi morbo con el yoga

Hola, soy Sarah Broke, y después de borrar varias veces, me hace ilusión que de manera anónimo, misrelatoseróticos publiquen un fetiche mio.

Estoy deseando contarte una de mis aventuras en casa. De esas cosas que una se imagina que no hará, pero que hace y después todo se desborda. 

No sé por qué razón cuando hago yoga, mi coño palpita. Sí, tal cual, palpita. Una de tantas mañanas decidí hacer yoga para fortalecer mi columna, en traje de baño. Quería sentirme sexy, sensual y además hacerlo en el balcón de la casa, para que quien estuviera asomado pudiera verme y quizá hacerse una paja a mi costa, observándome. 

Bueno, me puse mi traje de baño, puedes ver que es de sandías, que a la vez es mi fruta favorita. Saqué mi alfombra y comencé a estirar cada parte de mi cuerpo: los brazos, las piernas, la columna. Abrí mis piernas para estirar y comencé a sentir esas palpitaciones en el coño, que se mezclaban con mi respiración especial para el yoga. Mientras hago mis ejercicios de estiramientos mi mente vuela. Comienzo a pensar que frente mi ventana hay alguien que mira y se excita, un hombre, una mujer. 

Sigo con mi rutina de ejercicios y me empieza a provocar la idea de desnudarme.

Me quito la parte de arriba, mis senos inmensos, grandes, con un pezón también grande y una aureola gigante, se desbordan fuera y eso me calienta. Me los toco, los froto, los acaricio, siento lo grande e imagino que los estás besando, que los muerdes y los aprietas, que pasas tu lengua por ellos, que el pene te crece viendo mis tetas grandes y que por entre ellas pasas tu pene. Es muy rico. Me voy poniendo cada vez más cachonda y entonces me quito todo el traje de baño porque estoy súper mojada y me provoca, me da la gana masturbarme.

Sí, me voy a tacar para ti. Prepárate. 

Me quito el traje de baño y que totalmente en pelotas, con la piel totalmente blanca, divina, suave, con escalofrío y, sobretodo, con la vagina bien mojada. Me escupo la mano y le echo de mi saliva a mi clítoris, me lleno de mis fluidos. Con mis dedos siento como está de caliente mi vagina, mis labios están hinchados y me comienzo a frotar suavemente el clítoris. Quisiera que tú, que me estás leyendo, o viendo, me penetraras duro o te corrieras nada más al verme. Me gusta que me vean bien cachonda y perrísima tocándome. 

Luego me pongo en cuatro, como un perrito y me meto el dedo, me doy duro, oye como comienzo a gemir, estoy muy, muy caliente y con ganas enormes de correrme, de que me veas correrme.

Mira mi culo, está latiendo también. Me meto el dedo en el culo, está cerradito, rico, pero late, esperando tu dedo o tu pene.

Sigo imaginando que alguien me ve de afuera, que tengo público, espectadores y espectadoras viendo cómo me doy placer, me autofollo. Es muy rico esto de masturbarse para que otros vean y se hagan una buena y gran paja. Mi coño sigue grande, caliente, es realmente jugoso, es grande como yo, toda yo soy grandota, rica y estoy a punto de correrme pero trato de aguantarme.

Así le voy dando tiempo al que me esté viendo para que se siga excitando. Vamos, tócate conmigo, sácate el pene del pantalón, tócate. Tú, hombre, mujer, quién seas, mira cómo yo estoy haciendo yoga y me masturbo para ti. Empiezo a jugar, hago posiciones de yoga, me toco, paro, vuelvo a hacer estiramiento, te muestro mi culo abierto, mi coño bien grande y divino, listo para ser lamido por ti, por quien quiera lamerlo. Está dulce, es dulce, es un majar de Dioses, sabe a miel, huele a azúcar. Siente el olor, imagina mi clítoris en tu boca.

Sigo jugando, no sé si alguien afuera me está viendo porque estoy concentrada en las ganas enormes que tengo de acabar, de correrme. Me vuelvo a tocar, paro, me vuelvo a tocar. Me froto despacio, con mucha lubricación.

Te cuento que me gusta tocarme el clítoris dándole vueltas, muevo mi dedo de forma circular, suave, paro y me meto el dedo en la vagina, está increíblemente mojada, la alfombra de llena de mi fluido. Me vuelvo a masajear el clítoris como me gusta, en círculos pero justo en la punta, donde me gusta. Me sigo frotando, me paro, estiro, respiro, suspiro, gimo, me desespero, mi vagina se contrae, aprieta, se suelta, imagino que me penetras, que me penetran, también me gusta seguir pensando que me miran, que me quieren coger, pero no pueden porque estoy dentro de mi casa y ellos no me conoces. Ellos o ellas, no sé quién puede estar mirando. 

Bueno, entre la imaginación mía que vuela por mil escenarios, mi clítoris que está a punto de caramelo y mis ejercicios, termino súper mojada, me sigo tocando para regalarte una corrida divina.

No aguanto más, me voy, voy a acabarte. Imagina que me voy a correr en tu boca, imagina que te haces la paja y me vas a echar tu leche en  mi coño, los que están viendo se empiezan a correr y yo no aguanto más y me corro, me corro contigo, me vengo muy divino, mi mano se llena de mis fluidos, la alfombra termina empapada, todo está mojado, mi coño, la alfombra, mis dedos.

Mis tetas siguen hinchadas, grandes, deseando coger, que me penetren, esas ganas no se van, aunque me haya corrido. Yo puedo seguir tocándome y darte más orgasmos para que te retuerzas de placer. Ahí voy cogiendo aire, acabé muy rico, voy respirando. Vuelvo a hacer mis posturas de yoga, me relajo, sigo respirando.

Recojo mis cosas y me meto a la ducha para darme un baño con agua caliente. Y aunque ese baño no lo has visto, también me toque, me froté con el jabón y como estaba de a toque volví a correrme en la ducha.

Cuéntame con un relato aquí como te pajeas y relato una de mis masturbaciones en la ducha. Si quieres verme en la ducha, sólo pídemelo y te muestro como juego mientras me baño.

Soy una guarra a tu disposición.

Bye.

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